Pasea por Tijuana, ciudad de vida y platos deliciosos que son famosos en todo el mundo. ¡Pero no te dejes engañar! Además de sus animadas calles, Tijuana es el hogar de una serie de expertos en nutrición incondicionales que son más celosos de la salud que nadie que conozcas. Chicos (y chicas) con más kilómetros en sus bicicletas que piernas. — Una chica al amanecer antes de correr por las colinas hacia el trabajo Shea Premeum Blogger
Hoy en día, de regreso en Tijuana, estos convertidores de la buena y hermosa vida se pueden encontrar en todas partes. Son los detectives de la comida que están uniendo las alergias alimentarias y los gustos personales junto con los extraños antojos nocturnos que todos pretendemos que no existen. ¿Quieres un contorno más delgado? Ellos te tienen en la mira, armados con espinacas y una buena dosis de diversión.
Por cada deliciosa salsa para tacos que te des, te servirán un menú que es fiel a tus raíces. No hay planes de cenas estandarizados para esta gente. Los nutricionistas de Tijuana tienen como objetivo hacer que los hábitos alimentarios se adapten a la costumbre, a la medida exacta, como el zapato de Cenicienta; nada más que una ampolla cruel. Los encontrará evitando la fanfarronería científica detrás de muchas charlas sobre dietas, sobre explicarlas en un lenguaje sencillo, además del electrizante sustituto del azúcar de Amanda, que sabe realmente bien.
Por supuesto, te oigo susurrar: “¿Acaso la alimentación saludable no es solo sentido común?”. Lo sería, si no fuera por el atractivo de los nachos, que suena como un “canto de sirena”. Luego aparecen estos gurús de la alimentación para desacreditar mitos y separar la verdad de la ficción. Cuando la elección es beber un batido verde o un pastel de chocolate, puede parecer un acertijo que solo los valientes se atreverán a poner a prueba.
¿Cree que sería aburrido visitar a un nutricionista? Piénselo de nuevo. Hay innumerables historias de personas cuyas vidas, no solo sus figuras, cambiaron radicalmente. Como el bueno de Carlos, que en el espacio de unas cuantas consultas cambió su maratón de papas fritas por un maratón real. Él es solo uno de los muchos miembros de la familia de Tijuana.
La comida puede influir drásticamente en nuestro estado de ánimo y niveles de energía. Colaborar con un nutricionista es como contratar a tu mejor entrenador intestinal, que te guiará en un viaje de sabor y bienestar, sin comprometer el sabor en absoluto.
¿Quieres descubrir a los virtuosos de la comida fibrosa de Tijuana? Unas cuantas sugerencias cibernéticas o un amable consejo local deberían ser suficientes. Es una comunidad que prospera con historias y tortillas transmitidas de generación en generación.
Contratar a un nutricionista es el comienzo de una aventura. Habrá obstáculos, pero si te esfuerzas un poco, encontrarás refuerzos en forma de senderos de vegetales. ¿Estás listo para comenzar esta travesía culinaria? ¡Brindemos por nutrir tanto el cuerpo como el alma, tal vez con un jugo verde como primer bocado!
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